La tiroiditis subclínica es una condición de la tiroides en la que el paciente presenta inflamación de la glándula tiroides, pero no experimenta síntomas evidentes de hipotiroidismo o hipertiroidismo. Es subclínica porque no causa síntomas clínicos notables y, a menudo, se detecta mediante análisis de sangre de rutina en los que se encuentra una anomalía en los niveles de hormonas tiroideas.
Los niveles de hormonas tiroideas en la tiroiditis subclínica generalmente están en el rango normal, pero los anticuerpos antitiroideos, como los anticuerpos antitiroglobulina o antitiroperoxidasa, a menudo están elevados. Esto sugiere que el sistema inmunológico está atacando la glándula tiroides, lo que puede ser un indicio de una tiroiditis autoinmune, como la tiroiditis de Hashimoto o la tiroiditis de Graves.
La tiroiditis subclínica no siempre requiere tratamiento inmediato, ya que no causa síntomas significativos. Sin embargo, en algunos casos, los médicos pueden optar por realizar un seguimiento regular de la función tiroidea y tratarla si los niveles hormonales se vuelven anormales o si los síntomas se desarrollan con el tiempo.
Es importante destacar que la tiroiditis subclínica puede progresar a hipotiroidismo o hipertiroidismo en algunos pacientes, por lo que es esencial seguir las recomendaciones de su médico y realizarse análisis de sangre de seguimiento para supervisar su función tiroidea si se le diagnostica esta condición.
